Hydesville, en el estado de Nueva York, es un poblado de pequeñas casas de madera pareadas unas con otras. La tranquilidad de una de estas casas fue rota un día por unos golpes asestados a sus muros.
Un espiritista francés: Allan Kardec
Médico de profesión, Allan Kardec (1804-1869), cuyo verdadero nombre es Hipólito Léon Denizard Rivail, es el introductor del espiritismo en Francia. Es al mismo tiempo, el inventor del término actual que se prefirió al de espiritualismo. En 1850, Kardec estudia el fenómeno por intermedio de dos hijas de un amigo, ambas médiums. Publica en 1856 El libro de los espíritus , síntesis de numerosas “comunicaciones” con el más allá.
Este libro tuvo mucho éxito. Luego funda, en 1856, la Sociedad de estudios psicológicos y, algunos años más tarde, la Revista espiritista. Sus conferencias en París y en provincia lo vuelven sumamente célebre; el propio emperador Napoleón III gusta de conversar con él. Según Kardec, el hombre evoluciona espiritualmente gracias a una serie de reencarnaciones. El mismo habría elegido el pseudónimo Kardec, después de enterarse, por un espíritu, que había vivido antaño en Galia con ese nombre. Antes de encarnarse en un cuerpo, el alma poseería, según él, su propia individualidad y la conservaría después de separarse del cuerpo.
Un Cadáver más
Una familia llamada Fox, compuesta por los padres y dos hijas menores que aún viven con ellos, Margaret de 14 y Kate de 11 años, ocupan una vivienda de ese pueblo que, según dicen está embrujada. Se sienten golpes regularmente, pero los Fox son incapaces de descubrir su origen, a pesar de registrar repetidamente el lugar. En 1840, los ruidos se intensifican hasta el punto que los moradores ya no pueden conciliar el sueño. En La noche del 31 de mayo, Kate, desafiante, le pide al espiritu que responda a sus preguntas. Para sorpresa de todos, el “espíritu”, puesto que ya nadie cree que se trate de algún bromista humano responde con una serie de golpes. Alertado por el rumor, un habitante de la ciudad vecina de Rochester tiene la idea de leer el alfabeto. Según la letra que pronuncia, el espíritu reacciona o no, con nuevos golpes… Se establece así una forma de diálogo que permite descubrir que el espíritu que golpea es el de un difunto llamado Charles W. Rosma, vendedor ambulante durante su vida. Había sido degollado 5 años antes por un antiguo ocupante de la casa que le robó antes de enterrar su cuerpo en la bodega. Las pesquisas posteriores llevan al descubrimiento, a un metro y medio bajo tierra, de algunos huesos y pelos que resultaron ser de origen humano de acuerdo al peritaje forense.
Extrañamente, las acusaciones del espíritu se confirman por segunda vez 56 años más tarde, cuando un esqueleto, casi completo esta vez, es encontrado bajo uno de los ruinosos muros de la casa. Una caja de latón de vendedor ambulante se encontró junto a Los restos. La caja se conserva hasta hoy en Lilydale, en el cuartel general del movimiento espiritista. En cambio, a pesar de todo tipo de investigaciones, no ha sido posible encontrar en ningún archivo rastros de alguien llamado Charles Roanas. Este hecho tan extraño no desconcierta a los adeptos del espiritismo. Para ellos, aun cuando dan informaciones exactas, los espíritus suelen equivocarse con frecuencia en los apellidos.
Mesas Giratorias
Algún tiempo después de los eventos de 1848, la familia Fox se cambió de casa, en un intento por volver a encontrar la tranquilidad. En el nuevo hogar, nuevamente se oyen golpes en los muros. Curiosamente, sucede siempre cuando las dos hermanas, Margaret y Kate, están presentes. El bullicio en torno a este extraño caso despierta pronto el entusiasmo de los aficionados. Muchos creen haber encontrado el modo para comunicarse con los muertos. El 14 de noviembre de 1849 tiene lugar en Rochester, alrededor de las dos jóvenes Fox, la primera reunión de los adeptos al “espiritualismo”, como se decía entonces. Se funda un comité de estudios para examinar las manifestaciones que competen a esa disciplina. De ahí en adelante, Kate y Margaret, acompañadas por su madre, realizan giras por todo los Estados Unidos y hasta por Inglaterra. Van a esperar que el azar las ponga en contacto con los muertos, sino que provocan la manifestación de sus espíritus, concentrando su capacidad mental en unas mesas redondas, que comienzan a moverse cuando el difunto quiere intervenir. Nace entonces la moda de las mesas giratorias. Pero la prensa, en su conjunto, sigue vilipendiando a las dos hermanas, y las iglesias se muestran totalmente contrarias a las prácticas que ellas preconizan.
Pronto surgen disputas entre ambas hermanas y, en 1888, Margaret confiesa que todos los fenómenos provocados son el resultado de subterfugios. Podría pensarse que la historia del espiritismo terminaría ahí, pero el 16 de noviembre de 1889, la misma Margaret se retracta de sus declaraciones anteriores, aduciendo que se las habían arrancado con falsas promesas de dinero… Pero, de hecho, el incidente no tiene mayores consecuencias. Personas demasiado célebres ya están apasionadas por estas manifestaciones: entre ellas, el escritor romántico Víctor Hugo, el astrónomo Camille Flammarion y el novelista británico Arthur Conan Doyle, a quien debemos una Historia del Espiritismo del año 1920. Las organizaciones espiritistas, como la Sociedad para a investigación psíquica, creada en 1882, ya reúnen demasiados adeptos.
Las manifestaciones de los médiums
Los espíritus se manifiestan a los vivos a través de ruidos, fuertes golpes en los muros, como en el caso de Hydesville, o incluso voces, como en el caso más reciente del “poltergeist” de Enfield. También se expresan imponiendo movimientos a los muebles, como en el caso de Las mesas giratorias. Finalmente, se expresan bajo la forma de fenómenos visuales. El ectoplasma. Es una sustancia blanca que sale del cuerpo del médium (generalmente de la boca), cuando éste se encuentra en trance. Se presenta como un vapor espeso o como hilos delgados. Puede incluso materializarse y tomar forma humana. El primero en interesarse científicamente en este fenómeno fue el profesor C. Richet, a principios de siglo. Se obtuvieron impresiones fotográficas y moldes de cera, prueba de que el espectáculo no era simple alucinación. Los “extras”. Son formas materiales adoptadas por los espíritus de personas difuntas, que aparecen al lado de los médiums durante sesiones públicas y también sobre clichés fotográficos tomados en esas oportunidades. No se ha podido descubrir ningún truco, ni tampoco alguna explicación racional en relación a estas fotografías