¿Alguna vez fuiste parte de un acontecimiento sin explicación?
Pedro Soto, parapsicólogo, comenta que estos fenómenos son causados por fantasmas que por alguna razón no pudieron traspasar a otra dimensión.
Todo esto comenzó en 1950 cuando se intentó tener una visión más exacta sobre la realidad de lo que Aristóteles definió, en sus contextos ideológicos, como la metafísica (una rama de la filosofía que se encarga de estudiar la naturaleza, estructura, componentes y principios fundamentales de la realidad). La ciencia halló un medio que permita explicar un fenómeno que no podía ser reproducido en los laboratorios porque la mayor parte de estas experiencias no eran nada cotidianas, apunta Soto.
En todos los espacios
Soto asegura que este es un fenómeno que se le puede presentar a cualquier individuo y depende de las condiciones ambientales, climáticas, geográficas, espaciales y, también, tiene que ver con las energías de las estructuras, de la temperatura, de la electricidad y de la bioenergía. Estas características, combinadas con las individuales, producen un Campo Electromagnético Unificado (CEMU), es decir, una especie de puerta para que los fantasmas vengan.
El experto menciona que la ciencia ha encontrado nueve dimensiones y que el ser humano tan solo conoce tres. A las siguientes categorías accede cuando ha fallecido porque el alma seguirá traspasando hasta llegar a la cúspide, explica Soto.
Sin embargo, existen algunos que se quedan ‘atrapados’ en una interdimensión y esto sucede a dos grupos: el primero, quienes fallecieron en circunstancias trágicas, como asesinados, accidentados o enfermos sin cura.
El segundo tiene que ver con los ambiciosos (por dinero, comida sexo) y los pasionales (por droga, tabaco, alcohol, criminales, suicidas y brujos).
Permanencia y salida
Soto expone que los fantasmas no viven contentos cuando se quedan ‘enganchados’, puesto que nunca podrán estar tranquilos. Además, tienen el problema de que van perdiendo la memoria y solo serán capaces de retener el momento trágico en el que murieron.
El parapsicólogo indica que existen métodos para ayudar a que el alma pueda salir del limbo donde se encuentra, mediante ceremonias, excoriaciones o ubicaciones de luz. Con esto ayudarán a que el alma vuelva a recuperar la memoria de quién fue y orientarle hacia la salida que le corresponda.
Por ejemplo, la Iglesia Católica ha creado parámetros para que la persona cuando fallezca eleve su alma al lado de Dios o se vaya directo al Infierno. Asimismo, los tibetanos tienen una guía espiritual.
Otra manera de que no se queden es que el ser humano al morir no deje muchos apetitos, en esto puede intervenir su familia, entendiendo que ese ser amado ya no estará más en forma corporal y despojándose de sus pertenencias, como la ropa.